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Cómo lo hacemos-Esquema Intervención      
 
 
  Esquema de intervención  
 
Qué hacer y cómo hacerlo mejor.

     Para ayudar al cliente a cambiar aspectos de su realidad con los que no está satisfecho seguimos los procedimientos definidos en nuestra metodología. Ha de aprender a aplicar conocimientos sobre el funcionamiento de la mente, a nivel individual y social, para mejorar su salud y calidad de vida.

     Entablar una buena relación de colaboración profesional, intercambiar información sobre las áreas problema, llegar a acuerdos sobre qué sucede, qué modificar y cómo hacerlo. A partir de ahí trabajamos con el cliente para lograr esos cambios, asistiéndole en todo el proceso, hasta lograrlos y consolidarlos. En este proceso de intervención se dan estas fases:

 

  • Relación, entre el cliente y el profesional, adecuada a los criterios técnicos y éticos que definen el servicio personal que prestamos, aclarando su alcance y límites.

  • Evaluación: comprender bien las causas y variables de las que depende el malestar. ¿Por qué el cliente no soluciona esos problemas como ha hecho con otros muchos en su vida? Sólo desde el entendimiento y modelado correcto del problema se puede plantear una intervención eficaz. La evaluación ha de ser sistemática, completa y rápida para ser eficaz.

  • Conceptualizar los problemas, estructurar bien toda la información relevante, ir más allá de un diagnóstico de etiqueta a la descripción precisa de qué pasa, por qué pasa y de qué depende que se mantenga o cambie. Sin definir bien un problema darle solución es imposible, y que el cliente comprenda los suyos es esencial para que logre cambiarlos.

  • Planificar la intervención: decidir qué cambiar, en qué orden y con qué procedimientos técnicos contrastados trabajaremos juntos para lograr los objetivos con los recursos disponibles.

  • Intervención: aplicar las técnicas con maestría. Combinarlas y ajustarlas a la evolución del cliente y su entorno, según la retroalimentación obtenida, afrontando las dificultades. Es elaborar un traje técnico a medida.

  • Consolidar los cambios logrados, que se hagan hábitos, que resistan la tendencia a volver atrás, afrontar las recaídas y nuevos estresores. El profesional apoya sólo cuando es necesario.

  • Cierre: facilitar la independencia y la autonomía con los objetivos que el cliente ha logrado.

  • Evaluación del tratamiento: revisamos internamente la calidad de esa intervención. Lo mejor será incorporado para mejorar nuestra metodología, y si ha habido dificultades las trabajaremos para optimizar el proceso de intervención.

     Cada fase comprende subniveles, elementos, consideraciones técnicas y adaptaciones a la situación y evolución del cliente con el que trabajamos. No hay dos intervenciones iguales, y tratamos de hacerlas todas .

 
   
 
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