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| Beneficiar a nuestros clientes con nuestros actos. |
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Este es el referente ético de nuestras actuaciones, beneficiar y no dañar al intervenir. Prestamos un servicio profesional de asesoramiento y tratamiento psicológico a personas que confían en nosotros, nuestros clientes, y les ayudamos siempre, dentro de los límites de nuestra relación profesional. Evitamos todo acto u omisión que, creamos, pueda perjudicar los intereses del cliente, lo consideramos moralmente malo.
Respetamos este principio, el Código Deontológico del Psicólogo y otros referentes como los de:
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Confidencialidad: toda la información psicológica de intervención está reservada al uso profesional. Garantizamos su custodia, los datos están protegidos con protocolos de seguridad que exceden las normas de la Agencia Española de Protección de Datos (codificación criptográfica del más alto nivel, equipos sin conexión a redes…). Es información sujeta al secreto profesional del que sólo exime el consentimiento expreso del cliente. El cliente puede en cualquier momento ordenar la cancelación definitiva de todos sus datos clínicos.
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Respetar los criterios morales del cliente, sus preferencias, decisiones, actitudes y valores, trabajando con ellos si es necesario en la intervención.
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Intervenir con prudencia, competencia profesional y fundamentación objetiva y científica.
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Sinceridad: no dar a sabiendas información falsa ó incorrecta al cliente.
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Honestidad: no aprovechar para beneficio propio la información personal obtenida.
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Priorizar sus necesidades: no prolongar un proceso de atención psicológica si los objetivos propuestos ya se han logrado ó escapan a nuestra capacidad y competencia.
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Respeto a la intimidad. No recabar información irrelevante para la intervención.
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Comunicación con terceras personas (padres, parejas, familiares, amigos…) sobre cualquier aspecto de la atención psicológica: sólo podemos hacerlo con la expresa autorización previa del cliente, si esté indicado para sus intereses y dentro de los límites de esa autorización. P.ej. si sabemos que dos clientes pueden tener relación (trabajan en la misma entidad, pertenecen a una familia…) nunca comunicaremos dato alguno entre ambos.
Si alguien nos contacta en relación a un cliente le comunicamos que no podemos atenderle hasta contar con autorización, e informamos al cliente. Si concede el permiso nuestra colaboración y atención profesional a los allegados es máxima en pro del beneficio del cliente y dentro de las restricciones que señale. Si no lo concede, no hay contacto posible.
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Informar de cualquier conflicto de intereses que surja en el transcurso de la relación.
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Respetar la asimetría de la relación, el cliente decide: el inicio, cese ó reinicio de la relación profesional, cómo gestionamos su información, qué comunicación mantiene… incluso si nos conoce (p.ej. no saludarle fuera de consulta si no nos saluda antes. Es su derecho.)
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Mantener la relación exclusivamente en el ámbito profesional hasta el final de la intervención, sin relaciones ambiguas ó equívocas (comerciales, sociales) que puedan perjudicar sus intereses.
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Si desea consultar alguna duda sobre la optimización personal Contacto
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